sábado, 5 de febrero de 2011

EL INFIERNO que vivimos...

Quienes viven en ciudades tranquilas, no imaginan el horror de las atacadas por la violencia: es como si México se hubiera dividido en dos, y mientras unos aun gozan de la privilegiada serenidad, del otro lado -apenas comienza a caer el sol- la gente prefiere mantenerse en sus casas por el miedo a la inseguridad.

Luis Estrada ya había sorprendido con “La ley de Herodes”
 por dos cosas: la primera que era una comedia mexicana
que SI hacia reíry la segunda, por tratar de manera tan
 realista un tema como la corrupción en nuestro país.
Luis Estrada ya había sorprendido con “La ley de Herodes” por dos cosas: la primera que era una comedia mexicana que SI hacia reír (a diferencia del humor sin sentido de muchas películas nacionales en el genero) y la segunda, por tratar de manera tan realista un tema como la corrupción en nuestro país.

Directores que  -película tras película-  siguen el mismo concepto en sus filmes muchas veces cansan y aburren,  sin embargo que "El infierno” de Luis estrada tuviera un toque similar al de “la ley de herodes” se agradece por el pragmatismo que el director con calidad sabe palpar.

La historia de amenaza que se vive en regiones invadidas por el narco parecía irrealizable de una forma graciosa, en cambio aquí, nuevamente con la certeza fortuna de contar como protagonista  con "Damián Alcázar"  (entre los mejores nacionales actualmente) nos adentran en el recorrido de la impotencia, miedo y decepción en la que estamos hundidos.

Las escenas son cómicas pero uno lamenta
 las acciones que nos muestran.
El histrión, con un excepcional realismo en su trabajo da vida a Benny, un inmigrante que tras 20 años en EU regresa a México. Desde el camino se da cuenta de la falta de seguridad que nos acecha... las escenas son cómicas pero uno lamenta  las acciones que nos muestran.

El guión mezcla lo chusco con la dura realidad en un equilibro perfecto: reímos cuando debemos reír y nos alarmamos viendo graficamente las secuencias que muchas veces nos imaginamos al leer los periódicos y encontrar noticias de decapitados, mutilados y asesinados.

Los personajes están tan bien delineados que incluso un narco como  “El Cochiloco” (Joaquín Cosio) un matón sin aparentes sentimientos, llegue en un punto causar empatia y compadecimiento.
Buena suerte de la producción que este actor haya accedió formar parte del cast si se tiene en cuenta que crear a un asesino que cause estas emociones  solo los podría interpretar un actor con calidad extrema y envidiable.

Los personajes están tan bien delineados que incluso un narco como  “El Cochiloco”
(Joaquín Cosio) un matón sin aparentes sentimientos, llegue en un punto causar empatia y compadecimiento.
Y es que, nada puede salir mal en donde todos, absolutamente todos los actores tienen talento y son adecuados para el papel (a excepción de 1 o 2 personajes sin importancia y afortunadamente demasiados secundarios):
Nada puede salir mal en donde todos, absolutamente todos
 los actores tienen talento y son adecuados para el papel
De actores consagrados como los protagonistas, hasta una participacion especial de otro importante personaje en nuestra cinematografía – Daniel Giménez Cacho-  o la actriz telenovelera Elizabeth Cervantes -quien demuestra si hay esperanza para las actrices de televisa o tvazteca de ser consideradas como buenas- e incluso un preadolescente Kristian Ferrer, demuestran actuaciones naturales correctamente dirigidas, sin olvidar a uno de los iconos del cine nacional: María Rojo, quien su actuación es tan memorable que en un momento la comedia desaparece y nos pone la piel de gallina cuando en una escena voltea y le pide a sus ayudantes la cabeza de sus enemigos con la escalofriante frase “cuando pido las cabezas no lo digo en sentido figurado, realmente quiero las cabezas”

Por supuesto el excelso libreto también ayuda. Los diálogos son coloquiales pero de una precision total como el de  la escena en que Damian Alcazar le pregunta a Joaquin Cosio si no le da "miedo irse al infierno"  a lo que el le responde "No se acuerda del frió y hambre que sentíamos de niños, y ahora metidos en esto... este es el infierno"

Tal vez la única decepción  es que los últimos 20 minutos la cinta deje de alegrar y se convierta en un violento drama, y decimos decepción porque mientras nos burlábamos un poco del tema,  nos lleva de vuelta a la realidad, nos baja de nuestra nube -sacarle el lado bueno a la brutalidad- y nos remite al país atroz que nos da miedo aceptar y que- como en la película- lo bueno queda de lado y la agresividad borra de nuestras mentes cualquier rastro de felicidad.

Tal vez la única decepción  es que los últimos 20 minutos la cinta deje de alegrar y se convierta en un violento drama

Un acierto nacional, esperemos que este talentoso director  siga realizando films... seguramente no le costara trabajo conseguir presupuesto para engendrar a la pantalla grande otras ideas, ya que merecidamente esta fue la cinta mexicana mas taquillera del año pasado.