miércoles, 27 de octubre de 2010

Joyas escondidas del cine: Quemar las naves (2007)

Reflexiva y emotiva son la peculiaridad de esta joya, cuyo final es macabro y estremecedor como ninguno

Algo raro pasa con nosotros los mexicanos, siempre nos quejamos que en cualquiera  de nuestros ámbitos  –política, educación, deporte, ARTE - todo sale mal. Estamos acostumbrados a decepcionarnos que muchas veces, perdemos la esperanza de encontrar a alguien que realmente haga algo correcto.
Algunas veces sucede ese “milagro” y nos emocionamos, ovacionamos…  y volvernos a decepcionarnos: no nos damos cuenta que tenemos muchísimo talento, que  lo hay  y lo hay en verdad…
Entonces ¿por qué referente a nuestra industria fílmica, - donde ya se perdió la esperanza, o, porque se estrena puro  bodrio, o, porque el talento se va al extranjero (Iñarritu, del toro, etc)- evadimos  que hay otros directores, productores y actores sobresalientes, excelsos, que en talento no le piden nada a ningún artesano cinematográfico del extranjero?
Irene Azuela...Tan desgarradora interpretación
demuestra que en México si hay talento, y
del bueno
Sucedió con “Quemar las naves: en los pocos cines y festivales que se estreno fue ovacionada y aplaudida, pero…no paso nada. ¿Cómo es posible que estar frente a una obra de calidad excepcional sea sinónimo de indiferencia?
Quemar las naves no es un drama disque “intenso e impactante” como por ejemplo, el crimen del padre  amaro.  Demasiado light y que no lo vendieron (y muchos se la creyeron) como  un escándalo infernal por mostrar a un sacerdote que embaraza a una chava y hace desmán y medio de su profesión.
Hay joyas del cine mexicano que,  uno no se explica cómo pasan desapercibidas… como acudir a un bazar de cosas usadas revolverlas de  arriba abajo, ver 50 objetos viejos, y a punto de irnos,  encontrar uno nuevo y original, aun con etiquetas, y no poder  creer que después de mallugar las 50 cosas anteriores, no vimos esa cosa de valor.
Un drama, cuya parte de la trama es sobre el incesto y otra sobre la libertad de la orientación sexual, parece no estar listo -a pesar de estar perfectamente dirigido-  para digerirse por nuestro público.

Angel Onesimo  obtuvo el privilegiado portento
de debutar como protagonista en uno
de los mejores filmes en la historia de México.

Sebastián es un chavo con look fresita en una escuela de niños “bien”, pero sin la choncanteria de un wanna be. Tiene a Helena, su hermana,  guapa e interesante, pero medio amargada,  cuya única vocación es cuidar a su mama enferma y hacer los quehaceres del hogar –cual solterona tía enojada con la vida- además le grita a la sirvienta (Que es como parte de la familia) y le da hasta hueva salir a la esquina.
Sebastián no es rebelde, es popular sin querer serlo,  inspira confianza y ternura, tan galán y “perfecto” que mas de un compañero lo comienza a ver con ojos más allá de la amistad. Tan irresistible que tampoco pasa ajeno al deseo carnal de su propia hermana.
Cuando Hernán Cortes llego a México, mando incendiar los barcos para que sus tripulantes, miedosos de integrarse a una nueva vida, no tuvieran la tentación de regresar a Europa, fue el impulso obligado para armarse de valor y enfrentar la situación, única opción al no poder retornar: “quemar las naves” del temor que les impedía comenzar nuevos sucesos
No es fácil para nadie, menos para una monja enamorada del intendente de su colegio, o para un niño de buena familia que tiene que aparentar ser un macho mexicano por el temor de revelar su verdadera orientación sexual,  o para una adolescente que no tiene las agalladas de evitar que su horripilante suegra la despoje de su objeto más querido… y tampoco para Sebastián y Helena, conformistas con su vida y cuyo impulso para quemar sus naves (o quemar las incorrectas) es la muerte de su madre.
De ahí que la represión que vivió Sebastián en años -por  no tener el valor de vivir como quería-, salga como chorro de manguera dispersándose a cualquier parte sin poderse controlarse por la fuerza del impulso. Mojando e hiriendo a su familia y quienes lo rodean.
No es fácil para nadie "quemar sus naves"
Y que Helena pase de medio amargada a amargada y media, controladora y depresiva por no poder retener al amor.  
Quemar las naves hace que reflexiones, porque si siempre hay alguien peor que nosotros y en peores situaciones, la mayoría no es feliz y tiene miedo de arriesgarse.  Sebastián tiene miedo hasta de huir con el que se perfilaba el amor de su vida, añorando a su hermana pero evitándola, regresando esporádicamente  como “no quiero estar aquí, pero es imposible dejarte”
Y mediante la impactante actuación de Irene Azuela, se siente el dolor, el vacio, la rabia y desesperación que le implica el carácter de su hermano. Tan desgarradora interpretación que demuestra que en México si hay talento, y del bueno. Si bien Hollywood exige belleza, exige  también excelencia actoral demás, por ende no  cualquiera triunfa en esa industria. Irene Azuela no le pide nada a aquellas actrices ni a otras del mundo, su técnica es precisa, pero su talento es innato,  de nacimiento, algo que muchas actrices nunca podrán comprar en su vida y que Irene, aun sin ánimos, lucirá perfectamente, incluso gano el Ariel 2 años seguidos a mejor actriz por este y su siguiente película. Y afortunadamente continúa siendo tomada en cuenta para esparcir a través de la pantalla grande el talento actoral nacional.
Julieta venegas
interpreta los
temas principales.
Confuso resulta Angel Onesimo Nevarez (Sebastián)  no porque deje un mal  sabor de boca, si no porque es difícil comprender como este actor –siendo su primer largometraje- manufacturo de tan alucinante y soberbia manera  un papel tan complejo y disfuncional.
Muchos actores tienen la suerte de aparecer  -aunque sea como secundarios- en diferentes películas, y presumir  de tener un curriculum extenso, empero no corren con la fortuna  siquiera de haber  conseguido figurar en una película de calidad. En cambio Angel Onesimo  obtuvo el privilegiado portento de debutar como protagonista en uno de los mejores filmes en la historia de México.
Reflexiva y emotiva, son la peculiaridad de esta joya, cuyo final es macabro y estremecedor como ninguno, pero que, definitivamente, te motivara a pensar ¿por qué no has quemado las naves?


No dejes de leer la proxima semana la entrevista exclusia de Angel Onesimo Nevarez, protagonista de esta maravillosa pelicula.

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